Las Panteras sorprendieron a casi todo mundo al vencer en tiempo extra 36-30 a los Cardenales de Arizona en una de las pocas alegrías de este año para sus fanáticos y ya algunos se están quejando porque ganando pierden lugares para el draft pero hay dos realidades, el draft no garantiza nada y este tipo de victoria, en donde eliminas a un equipo que tenia que ganar o quedarse fuera de los playoffs, es más importante que tener la cuarta selección en lugar de la quinta o sexta, sobre todo porque al menos ya sabemos que Bryce Young es el mariscal del futuro.

Lo mejor fue que Arizona tuvo que venir de atrás gran parte del partido, Adam Thielen hizo una atrapada de fantasía y fue Chuba Hubbard quien caminó a la zona de anotación, con lo que sumó más de 150 yardas, para sellar la victoria. El mejor jugador de la temporada amarra la victoria con la que los de Carolina se despiden de su afición y probablemente la última de la temporada ya que solo quedan viajes a Tampa y Atlanta.

El estadio no se llenó, y luego de ver las actuaciones de este equipo y considerando el frio no es sorprendente, pero pudimos observar un partido que, pese a muchos errores por ambos lados y donde se notaron los problemas de ambas defensivas, estuvimos entretenidos por más de tres horas, algo que no sucede a menudo cuando vemos a las Panteras.

Los dos partidos que quedan servirán para ajustar detalles y ver realmente cuales son las necesidades principales de los locales. De entrada un apoyador de calidad, sobre todo luego de ver a Frankie Luvu, a quien dejaron ir, lucirse en Washington, es la primera, pero hay al menos tres más que son urgentes. Hoy por hoy los aficionados de las Carolinas pueden estar contentos pues Young ha madurado en forma impresionante. Ahora en adelante todo depende de como le ayuden armando el equipo a su alrededor.

Por Hernán Mena
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