Tuve que esperar cinco juegos y dos suspensiones por lluvia para poder poner la cabeza de esta nota… ¿Cómo, que ya no se llaman Indios los de Cleveland? Guardianes… Guardianes se escucha mal y por eso les tocó sufrir cinco juegos y perecer en la orilla contra los Yanquis, así es el beisbol.

Y como es, al menos en la Liga Americana reino la lógica y los dos mejores equipos, Astros y Yanquis, se están dando con todo, mientras escribo esto van empatados a 1 en el primer juego de la serie para definir quién va al campeón contra el que salga de la Nacional. La series se juegan al estilo tradicional, el que gane 4 de 7 jugando 2 partidos en casa del de mejor record en la temporada, luego tres en la del rival y, si es necesario, 2 en la del top seed.

Las grandes sorpresas se dieron en la Liga Nacional, donde los Dodgers, mejor equipo de la temporada regular, se desplomaron, como acostumbran hacer, y dejaron a unos sorprendentes Padres, animados por Juan Soto y el veteranazo Manny Machado sacaron leña para eliminar a los de LA que se quedaron otra vez con las ganas y esa misma leña la están usando hoy para empatar la serie de Campeonato contra los Phillies a un juego cada uno.

¿Los Phillies, de Filadelfia, que no iban contra el enrachado y mejorado campeón Bravos de Atlanta? ¿Qué hacen aquí? Pues en la más grande sorpresa de la semana pasada (y lo digo porque los Dodgers no es primera vez que se desploman y los Bravos si venían enrachados) Bryce Harper por fin desquitó su sueldo y los abridores Snyder y Syndergaard mantuvieron quietos a los Bravos ariscos. Ahora toca tener más cuidado porque las cenicientas de Filadelfia no tienen buen relevo y los Padres, al estilo de los Astros del 2017 y sin hacer trampa, todos batean. Y aquí les dejo porque toca ver a Verlander tirarle fuego a Aaron Judge y amigos.