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Lágrimas en la lluvia en Tampa

Lágrimas en la lluvia en Tampa

Tan cerca, pero tan lejos, en un día lluvioso donde todo puede suceder, contra la diva Mayfield, tan mediocre como siempre, con Chubba Hubbard corriendo para más de 100 yardas, con una oportunidad en 4ta y 1 de correr y avanzar para meter un gol de campo y empatar, o seguir avanzando y robar el partido a los Bucaneros, los nuevos entrenadores de las Panteras deciden ponerse creativos y en lugar de correr, por el centro, para una yarda, en el lodo, y empujar a Hubbard para una yarda, se ponen creativos con un pase largo, interceptan al novato Young, que no está acostumbrado a estas situaciones, y termina el partido 21-18 a favor de Tampa. 

¿Qué más les puedo decir? La defensiva hizo lo que pudo pero el receptor Mike Evans es demasiada pieza. La ofensiva, dada la situación, jugó relativamente bien hasta esa última extraña selección de jugadas. Tampa es malo, pero las Panteras lo son más. David Teper se levantó de su asiento luego de la jugada que arriba describí y lo único que puedo decir es que no se veía como un dueño feliz. 

Lo bueno es que la ofensiva jugó un poco más libre, no le llegaron tanto a Young (sólo 3 capturas de mariscal, para Carolina, una buena tarde) y casi, casi, sacan el empate.  Toca un viaje al hospital de Tennessee y no sé qué pensar. La solitaria victoria contra Houston es cada vez más importante para no haberse ido al libro de records como el segundo equipo que no gana un solo juego en la temporada regular.

Por Hernán Mena
hernanmena@lagambetasportscarolinas.com

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