El pasado jueves y viernes se llevó a cabo el draft de la NBA donde los Hornets de Charlotte estaban sentados en el cuarto sitio luego de una lotería que muchos dicen estuvo arreglada para que Dallas se llevara en la primera opción al joven estrella de Duke Cooper Flagg, lo cual fue exactamente lo que sucedió.

Los Hornets, franquicia en franca caída, con muchas dudas y huecos, no se complicaron la vida y fueron a la segura, escogiendo a un guardia compañero de Flagg, Kon Knueppel, otro jovencito con apenas un año de experiencia en el colegial, pero que puede resultar un buen jugador para un equipo que tiene poca fuerza defensiva y además mete gente al estadio por ser ex alumno de una universidad local.

Más adelante en la primera noche los Hornets hicieron el primer movimiento arriesgado a futuro, cambiando al centro Mark Williams a los Soles de Phoenix por el sitio 29 en donde tomaron a otro guardia defensivo, Liam McNeeley, de la Universidad de Connecticut, otro chamaco con un solo año de experiencia en colegial y cuyo estilo de juego es muy parecido al de Knueppel por lo que quiero suponer dividirán minutos en una posición que, repitó, era un hueco que llenar para los de Charlotte. Aquí es donde las cosas son un poco raras, está bien agarrar a otro defensa, pero Williams había sido un buen jugador de apoyo e incluso titular, y se pierde el poste alto en medio tan necesario para un buen desempeño defensivo. Según Charlotte Williams no estaba muy bien “físicamente” y los Soles nos regresaron a un defensa conocido por estos rumbos, el serbio Vasilije Micic, que a mi parecer no es sensacional, pero algo ayuda en la defensa.

En la segunda ronda los Hornets tenían dos selecciones tempraneras y en el sitio 33 tomaron a Sion James, guardia de poder que también se acomoda al ataque, viene de Duke, lleva 4 años de experiencia y colmillo colegial e inmediatamente, en el 34, tomaron al centro de Creighton Ryan Kalkbrenner, otro joven con bastante experiencia colegial que sería una especie de remplazo de Williams aunque no tiene tanto poder físico.

En pocas palabras, los Hornets le están apostando a la juventud para reforzar su defensiva, una estrategia que puede funcionar a largo plazo y no la critico, pero va a ser otro año difícil de aprendizaje en la temporada venidera.

Por Hernán Mena
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