Por favor no se confundan con lo que voy a decir a continuación porque una derrota para Dallas es una victoria para la humanidad.

Dicho esto, una vez más, no crean que la pírrica victoria de 30-27 sobre los Vaqueros significa que ya son un equipo competitivo y sobre todo no le hagan caso a unos comentaristas de color que se alimentan del escandalo y andan proclamando que “en una división tan fácil las Panteras pueden aspirar a colarse como comodín a los playoffs.

Estamos en la semana 6, Carolina tiene record de 3 ganados, 3 perdidos y su única victoria contundente ha sido contra Atlanta. Ganarle en casa a equipos como Miami y Dallas, que no tienen defensiva de calidad, no es gran mérito.

Ahora el párrafo de lo que sí tiene mérito. Regresar de un déficit de 17 puntos, como la semana pasada, e insistir jugando agresivo pese a errores tempraneros y a que las Panteras tampoco están al 100% con varias bajas en ambas líneas. Rico Dowdle corrió para 183 yardas y el receptor novato McMillan se levantó de la lona luego de una accidentada intercepción para atrapar sus dos primeros pases de anotación en la NFL. La defensiva aguantó lo suficiente, dejo a Dallas hacer daño pero también les ayudó un buen manejo del reloj por parte de Dave Canales.

Hoy los fans pueden vivir de la ilusión, sobre todo ahora que viene una visita a los Meadowlands contra los Jets, uno de los peores equipos de la liga. Mientras, el resto de los fans no Vaqueritas podemos alegrarnos de una derrota del “América” de la NFL sin importar quien apretó el gatillo.

Por Hernán Mena
hernanmena@lagambetasportscarolinas.com