
Aprendan las iniciales SGA, así se le conoce a Shai Gilgeous-Alexander, la nueva estrella de la NBA, líder de puntos y jugador más valioso en la temporada regular y en la serie final del mejor basquetbol del mundo. Este joven, junto con todo el equipo del Oklahoma City Thunder, fue la sensación está temporada, de principio a fin, jugando una versió hibrida del juego moderno, con tiros de tres, pero sin abusar, con defensiva agresiva, cuando sea necesario, y con un juego de equipo, como comentaba anteriormente, creo que escuadras como los Knicks y estos nuevos campeones están refrescando la dinámica del baloncesto y haciendo los partidos más agradables a una afición que ya se había cansado de ver quien metía más canastas desde más lejos.
Aplauso también a los sorprendentes Pacers de Indiana que forzaron la serie al juego siete y dieron pelea hasta el penúltimo cuarto del mismo pese a que el tobillo de su estrella Tyrese Halliburton, que estaba molestando desde el cuarto partido, por fin lo llevó a un daño en el tendón de Aquiles que lo puso fuera de circulación al principio del séptimo. La banca de Indiana fue impresionante al igual que la labor de el entrenador Rick Carlise que por poco logra, por segunda vez, derrotar como David al Goliat, pues no olvidemos que logró llevar a los Maverics al campeonato y esta ocasión logró que los Pacers salieran de varios baches, remontando marcadores adversos, hasta donde se pudo, llevando está serie hasta el último partido con alto nivel de competencia, por lo que merecen respeto.
Al final ganó el mejor y Oklahoma, luego de varios experimentos con superestrellas veteranas, logró armar un equipo joven de calidad, listos para defender el título y estar en la pelea muchos años más, sobre todo si, como esperamos, renueven el contrato de SGA para los próximos años por una suma que suena alrededor de los $220 millones.
Pero no todo es miel sobre hojuelas para el Thunder ya que ayer por la mañana los Rockets de Houston, otro equipo joven, en el Oeste, con esperanzas de campeonato, anunciaron la llegada de Kevin Durant como refuerzo y el veterano puede ser la pieza que necesitan para llegar al siguiente nivel y vencer a equipos como Oklahoma.
Cierro con un dato curioso, la declaración de Alex Caruso, jugador de relevo que fue clave para la victoria, en las entrevistas al terminar el juego donde declaró estar “muy contento de ganar una final de verdad”. Caruso fue básicamente expulsado de los Lakers, con los que ganó el controversial título en el año de la “burbuja” cuando Covid, porque según LeBron James y sus compinches, no era “necesario”. Ahhh…nada más dulce que la revancha.
Por Hernán Mena
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