Está causando a un servidor más cansancio que tristeza escribir estas notas cada semana. Lo bueno es que se hacen más cortas pues cada vez son menos los fanáticos que le dan seguimiento al equipo de Carolina que ahora se apuntó la derrota en Nueva Orleans 28-6.
Ya sabemos que la línea ofensiva es un desastre, pero enfrente teníamos a uno Santos con Derek Carr casi en muletas, lo cual se notó con su incapacidad de generar casi nada por un par de cuartos mientras la defensiva rival, que terminó, para variar, exhausta, aguantó como siempre, lo que pudo, hasta que el cansancio abrió las puertas para el triunfo rival… más o menos la historia de cada semana.
Por el lado de la ofensiva el mariscal Bryce Young tuvo un fumble y fue inoperante el 70% del tiempo, acumulando apenas 99 yardas. El lado positivo es que el equipo corrió para más de 200 en un esfuerzo combinado de ChubbaHubbard, Miles Sanders y el mismo Young, pero les aseguro que el plan no era correr tanto. Añadiendo insulto a la injuria el pateador Eddie Pinero, generalmente infalible en goles de campo cortos, falló un intento fácil.
Pero todavía no he tocado el tema más delicado, los equipos especiales, que una vez más permitieron que les bloquearán una patada, entregando el ovoide en la yarda 8 para que los Santos caminarán a poner el marcador 14-3 y ese fue el momento en que el equipo comenzó a desinflarse.
Permítanme darles los números ofensivos finales de los Santos, 207 yardas totales, 110 por aire, 97 por tierra, Derek Carr tuvo 2 anotaciones y una intercepción. La carrera más larga del estelar corredor Alvin Kamara fue de 9 yardas. Con estos números que les acabo de dar, si no supieran el resultado, pensarían que no fue tan abultado.
Es oficial que la ofensiva de las Panteras es un desastre, pero ahora la sensación se esta contagiando a otras partes del equipo y el hecho de que puedan correr relativamente bien contra los rivales y no puedan coordinar el juego aéreo habla muy mal de los entrenadores, sé que están trabajando lo mejor que pueden, pero son profesionales ganando muy buenos sueldos y su trabajo no refleja su valor.
No tengo la menor idea de lo que va a pasar con este tren en caída libre, pero estoy seguro de que al menos los restaurantes y hoteles de la ciudad Reina estarán llenos a reventar la semana que viene gracias a los miles de aficionados de Atlanta que vendrán a apoyar a su equipo en una segura victoria contra los Gatos que parecen ya no tener ritmo cardiaco alguno.
Por Hernán Mena
hernanmena@lagambetasportscarolinas.com
